Vista de la entrada principal del Convento del Santo Desierto de San José de Las Batuecas. |
Con este ambiente y este bello paisaje vamos a dar un paseo por este valle, paseo que nos llevará desde la puerta del Convento de Carmelitas hasta el Canchal de las Cabras Pintás, así que seguiremos la dirección que nos marca Rosa .... vamos !!!!!
Rosa nos indica la dirección a seguir, no es mala decisión !!! |
Ya puestos en camino, seguimos el cauce del río muy pegaditos al muro del convento y manteniendo la vista sobre nuestros piés empezaremos a disfrutar con la bella imagen que ofrecen las raíces de los alisos, el murmullo de las aguas y el frescor del bosque que ya mismo nos muestra las delicias de viejos eucaliptos de gran porte y un grupo de tejos que nos saludan con sus mejores galas.
Izquierda, camino de raíces junto al cauce del río y a la derecha, al fondo, una arboleda de tejos, eucaliptus, alisos y durillos nos saluda. |
Hemos ido subiendo poco a poco junto a un muro de piedra, con sus hiedras y su musgo, sus lagartijas y culebras, pero siempre teniendo de fondo la silueta que nos ofrece el monasterio a la derecha con sus huertas, sus nogales y sus magnolios. A la izquierda siempre el río, con su bosque de ribera y su murmullo del agua. Y encima de nosotros una gran masa de ramas que nos hace sentir como si de un túnel vegetal se tratara hasta llegar al puente del rey con su aspecto de cuento de hadas.Tras la verja, si cruzamos el río nos adentramos en la Fuente de las Conferencias, visita obligada para gozar de la tranquilidad que los monjes han dejado allí a través de los años.
Puente sobre el río Batuecas que nos conducirá a la Fuente de las Conferencias. |
Si continuamos el paseo,siempre junto al muro, a la izquierda nos encontramos con una antigua minicentral eléctrica y a la derecha el canal que la alimentaba, más adelante el hermoso Tejo del Convento aparece en la esquina del camino para llevarnos en un zigzagueante sendero, cruzamos el arroyo y entramos en bosque abierto de encinas y alcornoques hasta cruzar la puerta que delimita los dominios del monasterio.
Tramo final del sendero junto al muro, zarzales, alisos, cipreses, el Tejo del Convento y un grupo de moreras que hacen de este tramo un bonito lugar para detenerse y observar . |
Siempre junto al río el camino nos lleva cómodamente entre piedras. Y una fuente nos saluda para adentrarnos en una zona que es un verdadero túnel natural. Entre sus ventanas podemos ver parte de la escarpada sierra que nos ofrece vistas maravillosas.
Fuente de agua natural junto al río |
Una vez más, el agua, ese elemento que es la vida misma y que está siempre presente. Una breve parada e intentar descubrir a su alrededor algún anfibio y bellos helechos. También narcisos ..... nuestras campanitas.
Mirando al frente y también hacia atrás podemos disfrutar de lo que nos rodea pasando por una vieja carbonera. En invierno y primavera, a mi gusto, es un panorama que no te dejará indiferente. Seguimos disfrutando de durillos, acebos, encinas, alcornoques, alisos, arraclanes, labiérnagos, helechos, jaras, brezos ..... y de sus habitantes más habituales como caballitos del diablo, libélulas, mariposas, lagartijas, culebras, sapos y un muy nutrido grupo de aves como chochines, petirrojos, currucas, mosquiteros, pinzones, jilgueros, mirlos acuáticos, lavanderas cascadeñas, etc sin dejar atrás los inseparables buitres leonados sobrevolando nuestras cabezas. En fin una rica fauna y flora de ribera.
Acebo (Ilex aquifolium), una de las estrellas de este valle, con sus frutos. |
Pedriza, un elemento común y hermoso del valle. Son una de las almas de Las Batuecas |
Y así, poco a poco nos vamos acercando a zonas más abiertas donde veremos grandes roquedos y sus moradores habituales, otra escusa para detenernos y disfrutar del paseo.
Roquedo con su habitual flora y fauna. Cabra montés, encinas y enebros. |
Llegamos al acceso del Canchal de las Cabras Pintás, subimos cuidadosamente y una vez que nos hayamos detenido ante las pinturas, desde allí podremos disfrutar del valle que hemos dejado atrás y de lo que tenemos más adelante. Para otro día quedará un estudio más detallado de este lugar.
Hoy simplemente nos interesa haber disfrutado del paisaje, de su flora y su fauna sin que se trate de mostrar una ruta al uso. En poco menos de una hora habremos llegado desde la puerta del convento a este lugar, una hora que para algunos como yo puede dar para toda una mañana con fotos de fauna, flora, un poco de río que dependiendo la fecha obliga al chapuzón y un simple detenerse en ver el ambiente que nos rodea.
Vista del valle aguas abajo del río Batuecas desde las pinturas rupestres. |
Y aquí comienza el próximo viaje .... pero eso será otra historia que contaremos otro día, igual de interesante, entretenida y siempre aleccionadora de lo que nos ofrece esta tierra.
Vista del valle aguas arriba desde el Canchal de las Cabras Pintás. |
Y como adelanto, desde este punto nos adentraremos a una zona realmente escarpada llena de enormes roquedos con figuras interesantes y vistas espectaculares.
Detalle caprichoso de las formaciones rocosas, como si alguien se hubiera entretenido en colocarlas así, a su antojo. |
Y con esto me despido por hoy, el camino da para mucho más pero no he querido detenerme en detalles sobre nombres y lugares que ya tendrán su oportunidad. Esto ha sido un camino fotográfico y poco más. Espero os haya gustado.
Nos vemos en la próxima entrada o tal vez en cualquier recodo de este camino.
GALERÍA DE IMÁGENES
Las Batuecas. Puente del arroyo Barrigoduro. Situado en las traseras del convento camino de las Cabras Pintás. |
Eucalipto del convento. Un hermoso y gran ejemplar junto al río en el camino que nos lleva a la senda que rodea el convento y posteriormente a la ruta que hemos descrito. |
Pozas del río Batuecas junto al Canchal de las Cabras Pintás donde el baño se hace imprescindible a pesar de la frialdad de sus aguas cristalinas. |