Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres), Extremadura.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres)

     Un soleado día de otoño el gorrión pensó salir volando hacia otras tierras, emular a las golondrinas, recorrer los cielos y ver mundo, mucho mundo. Esta vez tenía que ser así, nadie lo había hecho y su locura le estremecía. "" Abandonaré mi tierra, buscaré nuevas emociones y nuevos territorios en un largo viaje en el espacio "" ..... se dijo para sí.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Iglesia

      Y poco a poco se fue haciendo a la idea de convertirse en un viajero de grandes distancias y alforjas llenas de recuerdos y vivencias. Atrás dejaría las calles empedradas de su pueblo, su escuela e iglesia resplandeciente entre las montañas. Dejaría toda una vida rebuscando entre los rincones de las calles y recorriendo huertos, aquellos que nunca le dieron la satisfacción que querría.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres)

   Y volvió a recorrer de nuevo aquellos tejados de pizarra, paredes encaladas y chimeneas con un olor a humo de encina, brezo y olivo. Ventanucos donde se secan los higos y las judías, donde el frescor de la mañana pide paso y se contonea al son del cencerro de las cabras que raudas van calle abajo en busca del río.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Arquitectura hurdana

     Como siempre, dejará atrás a parte de su familia. Quiere marchar lejos y lo hace ...... lo piensa, duda un poco, pero vuelve a pensar y lo hace ..... me marcho !!!. Siempre con la mirada puesta en el futuro que le espera no deja de pensar en aquél río, en aquellas montañas y en los amigos que año tras año le han visto crecer desde que abandonó su nido junto a la escuela.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Tipos de puerta antigua

    Buscará nuevas casas, nuevas puertas en hierro muy distintas a la vieja madera de la sierra. Aquellos cuarterones que hacían del silencio un escándalo y que día tras día dibujaban un añorado cuadro de costumbres. Y ahora me pierdo entre las nubes y sigo el vuelo elegante de mi golondrina guía siendo consciente que no soy más que un vulgar gorrión, que mis limitaciones las suplanto con esfuerzo y dedicación .... y ellos lo saben.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Tejado de pizarra

    En medio del viaje .... un alto en el camino. Una mirada atrás y ya no distingo nada, veo nuevos campos, otros territorios y otras gentes. Nadie presta atención, al fin y al cabo, todos somos libres, todos volamos hacia un destino incierto y somos uno más en este cielo tumultuoso.
Pero pasa el tiempo, mucho tiempo y ya quiero regresar !!!!

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Casas abandonadas

         Me despedí de mi acompañante y asenté mis plumas en otro árbol, construí otro nido y degusté nuevos manjares no sin poco esfuerzo e incluso pude buscarme nuevos gorriones con los que conviví. Aprendí otras lecciones, otras formas de pasar mis días y otros mundos donde perderme. Y casi me olvidé de mi pasado, pero el recuerdo me lleva diariamente hacia aquellos verdes valles que dejé inertes en invierno.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). El poder de la expropiación

       Pienso, pienso ...... y mi cabeza no deja de pensar en ello. Ayer vi volar junto a mi escondite a una golondrina, me miró y con gesto alegre se perdió en el horizonte. Ya los días se han hecho largos y el sol vuelve a brillar entre las ramas de este viejo y quebradizo árbol. Espero un poco más a que mi golondrina guía me lleve de nuevo al pueblo, es tiempo de regresar.  Llegó un poco tarde, .... nos saludamos y juntos regresamos. Cada uno con su vuelo, con sus limitaciones y abundancias guardadas en la maleta ya envejecida.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). El otro Riomalo

     Y allí me veo de nuevo, recorriendo los tejados con la mirada de hace tiempo, mis recuerdos siempre despiertos, mis añoranzas satisfechas, mis calles y mis casas perdidas en el pasado. Mis sueños ..... dónde están mis sueños ??.

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). La vieja escuela

     Ese cielo azul que lo envuelve todo y esas nubes blancas que lo emborronan. Siento que he perdido media vida en el viaje pero ya es demasiado tarde. Recuerdo mi escuela, mis primeros vuelos junto al río y aquellas largas tardes de verano a la sombra de los cerezos. Pero vuelvo a mis calles, a abrir puertas entumecidas que chirrían el dolor de los años perdidos...

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres).- Puente sobre el río Malo

y la tarde se serena bajo las sombras de esta primavera. Sí, hoy vine de nuevo  pero marcharé otra vez a mi otro hogar. Seguiré codeándome con las oscuras golondrinas del poeta y los atardeceres perdidos en la llanura de una nueva tierra, esa tierra que también me espera y desea que vuelva. No hay vuelta atrás !!!

Riomalo de Abajo, Las Hurdes (Cáceres). Meandro el Melero.

     Reflexiono con un gesto entre la duda y la certeza viendo que he dejado de ser un gorrión de pueblo para convertirme en una viajera golondrina que año tras año vuelve a casa, alegre y con esperanzas de ver como cada verano se repite una y otra vez la vida, esa vida que quedó perdida entre los rincones y oculta tras la vieja puerta del pasado. Pero me voy .... me voy lentamente mirando atrás con dulzura y sin rencores. Volveré !!!!



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